Hoy 06:26 h.Yolanda Rosaly
Hace muchos años Chayanne me dijo que, cuando pasaba el peaje de San
Juan a Caguas, comenzaba su felicidad. Y así era. En aquel momento lo
acompañaba y fue impresionante el cambio en su rostro al echar la peseta
(lo que costaba y como se hacía en aquel entonces). “¡Esta es mi
frontera… De aquí en adelante comienza el gozo, la vida, lo
verdaderamente importante!”, me dijo, refiriéndose a la cercanía a su
adorado San Lorenzo, donde creció y siempre ha vivido su familia.
Y, aunque al tiempo se casó y estamos claros de la felicidad que siempre lo ha rodeado en su casa en Miami, junto con su esposa e hijos, su sentir hacia la Isla y su pueblo es otra cosa… Y no es para menos. La calidad de vida que muchos saben se experimenta fuera del área metropolitana es diferente. Y, si a eso le añadimos que la familia Figueroa-Arce es sencillamente única y especial, entonces no hay manera de que la experiencia de estar cerca de ellos sea indescriptible; una especie de bálsamo y ejercicio de purificación. Se trata de seres genuinos, llanos, sinceros, sencillos, sin afanes ni pretensiones más allá de vivir tranquilos y felices.
Como estoy segura que son muchas familias en Puerto Rico, la de Chayanne refleja la verdadera idiosincrasia del puertorriqueño: solidario y agradecido, entre muchas otras cualidades. Y eso lo pude reconfirmar el pasado Viernes Santo durante el funeral de la amantísima madre del artista, doña Irma Luz Arce. Para comenzar, nunca pero nunca había sentido a Chayanne tan triste y a su familia tan abatida. Sin embargo, al mismo tiempo se percibía reconfortada en el consuelo que les brindaba el haberle ofrecido a doña Irma una vida plena en la que no le faltó ni por un segundo el amor y los cuidados que le proporcionaron siempre una extraordinaria calidad de vida.
Porque, hasta cuando los cinco hermanos se criaban y la situación económica no era la mejor, el amor entre ellos y al Creador, el apoyo y los valores eran su mejor alimento y los hicieron crecer —a todos— como robles. Fue impactante escuchar los testimonios de don Quintino. Con una elocuencia que solo se produce cuando las palabras salen del corazón, el patriarca hablaba del legado de su esposa, a quien le dio totalmente el crédito de haber criado a cinco hijos buenos, nobles y “como Dios manda”. De esta forma, buscaba consuelo en sus mismas palabras y dándole gracias al Señor por haberle dejado tenerla en su casa por 54 años.
Sobre lo que dice de doña Irma, tiene toda la razón. Pero don Quintino no se queda atrás. ¡Qué maravillosa lección de fortaleza y cristianismo! Sus palabras y estámina en ese momento tan difícil fueron ejemplares. Con razón siempre escuchamos decir que “ese Chayanne es tan bueno, tan encantador, tiene don de gente… tan apegado y defensor de la familia”. Lo que se hereda no se hurta… Y lo que se aprende en casa es para toda la vida.
Y así mismo, como Chayanne, también son sus hermanos. Kenny, Clarita, Elliot y Emanoel, mis respetos para ustedes, para don Quintino y el querendón de Puerto Rico, Chayanne. Bendiciones y que su ejemplo nos sirva a todos. Porque el final es inevitable; lo importante es cómo hayamos vivido y la calidad de vida que les hayamos proporcionado a los nuestros…
Hoy Chayanne tendrá la oportunidad de probar esa fortaleza que le inculcó doña Irma, junto con don Quintino, cuando suba al escenario a estrenar el primer sencillo de su nuevo disco. Les comento que tuvo la opción de cancelar su participación, pero no lo hizo. Porque, como muy bien le dijo su hermana Clarita, “Mami será tu fortaleza”. Y así será.
Así las cosas, estoy convencida de que el cantante entrará al escenario pleno de fuerza y luz, realizará la mejor interpretación de su vida y recibirá el aplauso, apoyo y respeto más imponente de su carrera. ¡Adelante, Chayanne! Bendiciones para ti y toda tu maravillosa familia. Un abrazo.
Y, aunque al tiempo se casó y estamos claros de la felicidad que siempre lo ha rodeado en su casa en Miami, junto con su esposa e hijos, su sentir hacia la Isla y su pueblo es otra cosa… Y no es para menos. La calidad de vida que muchos saben se experimenta fuera del área metropolitana es diferente. Y, si a eso le añadimos que la familia Figueroa-Arce es sencillamente única y especial, entonces no hay manera de que la experiencia de estar cerca de ellos sea indescriptible; una especie de bálsamo y ejercicio de purificación. Se trata de seres genuinos, llanos, sinceros, sencillos, sin afanes ni pretensiones más allá de vivir tranquilos y felices.
Como estoy segura que son muchas familias en Puerto Rico, la de Chayanne refleja la verdadera idiosincrasia del puertorriqueño: solidario y agradecido, entre muchas otras cualidades. Y eso lo pude reconfirmar el pasado Viernes Santo durante el funeral de la amantísima madre del artista, doña Irma Luz Arce. Para comenzar, nunca pero nunca había sentido a Chayanne tan triste y a su familia tan abatida. Sin embargo, al mismo tiempo se percibía reconfortada en el consuelo que les brindaba el haberle ofrecido a doña Irma una vida plena en la que no le faltó ni por un segundo el amor y los cuidados que le proporcionaron siempre una extraordinaria calidad de vida.
Porque, hasta cuando los cinco hermanos se criaban y la situación económica no era la mejor, el amor entre ellos y al Creador, el apoyo y los valores eran su mejor alimento y los hicieron crecer —a todos— como robles. Fue impactante escuchar los testimonios de don Quintino. Con una elocuencia que solo se produce cuando las palabras salen del corazón, el patriarca hablaba del legado de su esposa, a quien le dio totalmente el crédito de haber criado a cinco hijos buenos, nobles y “como Dios manda”. De esta forma, buscaba consuelo en sus mismas palabras y dándole gracias al Señor por haberle dejado tenerla en su casa por 54 años.
Sobre lo que dice de doña Irma, tiene toda la razón. Pero don Quintino no se queda atrás. ¡Qué maravillosa lección de fortaleza y cristianismo! Sus palabras y estámina en ese momento tan difícil fueron ejemplares. Con razón siempre escuchamos decir que “ese Chayanne es tan bueno, tan encantador, tiene don de gente… tan apegado y defensor de la familia”. Lo que se hereda no se hurta… Y lo que se aprende en casa es para toda la vida.
Y así mismo, como Chayanne, también son sus hermanos. Kenny, Clarita, Elliot y Emanoel, mis respetos para ustedes, para don Quintino y el querendón de Puerto Rico, Chayanne. Bendiciones y que su ejemplo nos sirva a todos. Porque el final es inevitable; lo importante es cómo hayamos vivido y la calidad de vida que les hayamos proporcionado a los nuestros…
Hoy Chayanne tendrá la oportunidad de probar esa fortaleza que le inculcó doña Irma, junto con don Quintino, cuando suba al escenario a estrenar el primer sencillo de su nuevo disco. Les comento que tuvo la opción de cancelar su participación, pero no lo hizo. Porque, como muy bien le dijo su hermana Clarita, “Mami será tu fortaleza”. Y así será.
Así las cosas, estoy convencida de que el cantante entrará al escenario pleno de fuerza y luz, realizará la mejor interpretación de su vida y recibirá el aplauso, apoyo y respeto más imponente de su carrera. ¡Adelante, Chayanne! Bendiciones para ti y toda tu maravillosa familia. Un abrazo.
http://www.metro.pr/blogs/opinion-chayanne-hoy-su-mama-sera-su-fortaleza/pGXndx!VYG7uRrocowwQ/
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