Tegucigalpa,
Honduras
Ajenos a locuras comerciales y apocalípticas, los mayas de
Guatemala, México y El Salvador encendieron el fuego sagrado para pedir
por tiempos mejores sin discriminación ni racismo.
En
Guatemala, sacerdotes mayas vestidos de blanco y rojo dieron la
bienvenida a una nueva era de 5,200 años en las ruinas de Tikal.
En
un acto encabezado por el presidente Otto Pérez, decenas de personas se
reunieron en un círculo en el centro de la Plaza Mayor de la ciudadela
ubicada al norte de Guatemala.
Entre los asistentes
estaba la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y casi de
incógnito entre la gente el cantante puertorriqueño Chayanne, que
recibió la bendición de los chamanes mayas.
En México
ocurrió algo similar. Con el primer rayo de sol de ayer viernes,
sacerdotes mayas encendieron el “fuego nuevo” marcando una nueva era.
El
acto se realizó en Zaci, a 40 km de Chichén Itzá, Yucatán, donde más
tarde se celebró con danzas ante la pirámide de Kukulkán, la mayor
deidad maya. En El Salvador, descendientes de indígenas también
despidieron el ciclo maya.
“Despedimos el viejo baktun
que nos dejó malos y buenos recuerdos. Esperamos que este nuevo ciclo
nos traiga buen futuro”, dijo el anciano consejero Amadeo Ramos durante
una de las tres ceremonias que se realizaron en El Tazumal, principal
sitio arqueológico.
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