
El artista define su espectáculo como "un cuadro con muchos colores: la actuación, el canto y el baile", y revela su obsesión con el asado al quebracho
CORDOBA (De un enviado especial).- Minutos antes del show, una llamada al hotel confirmaba que el cantante puertorriqueño recibiría a LA NACION para realizar una breve entrevista. Ya en el estadio, en la antesala de su camarín aguardaba un grupo de unas veinte elegidas que, impacientes, esperaban para saludar a su ídolo y sacarse una foto con él. Después de los autógrafos, los besos y abrazos, finalmente, llegó el tiempo de la charla.
-Acabo de llegar al estadio y afuera hay unas 10.000chicas que mueren por vos. Muchos sentirían un poco de envidia...
-Es cierto. No es para menos. La verdad es que yo también sentiría envidia.
-Los primeros comentarios que escuché de los que te conocen es que sos una persona muy humilde. Extraño para una estrella...
-Bueno, todos somos humanos. Cada persona interpreta de modo distinto qué es la humildad. Yo soy una persona normal. Tú y yo apenas nos conocemos, pero somos del ambiente, hacemos la entrevista, cada quien hace su trabajo. Pero la relación que tenemos, si nos vemos seguido, como me pasa con los integrantes de mi equipo, siempre pasa por el interés de saber cómo estás, cómo van tus cosas, si tienes un momento difícil, ya que todos atravesamos situaciones diferentes. Es un trabajo en equipo. En el escenario, puede ser un poco distinto por la química, la energía que te hace salir con una actitud especial, aunque aquí tú me veas muy calmado. Soy una persona normal. Hago mis películas, mis novelas; hago el show, el montaje de mis espectáculos, y luego me como unos asados al quebracho.
-Cuando llegues a Buenos Aires, ya debés de tener invitaciones...
-Sí, siempre me han tratado superbién en la Argentina. Hicimos un show en Mendoza, y luego nos fuimos a comer un asadito. Esas cosas que se hacen en silencio y se disfrutan también. Tampoco vas robotizado: si tienes la oportunidad, a lo mejor también puedes salir a conocer un poquito del país.
-Una de las características que tal vez más te distingue de otros cantantes latinos es tu apuesta fuerte por el baile. ¿Cómo te entrenás antes de salir de gira?
-Sí, hay muchos colores arriba del escenario y tienes que mojar la camiseta. Cada quien la moja de diferente manera. Desde chico, yo he estado en líneas paralelas con la actuación, el canto y el baile, y creo que todo eso mezclado es lo que es Chayanne. También trato de alimentarme bien, sobre todo en el comienzo de la gira, cuando montamos el show, aunque nunca me privo de algo que me gusta, como un alfajor o un dulcecito de esos que me han regalado aquí. Y tengo una vida balanceada entre el ejercicio, la alimentación, los deportes. Me gusta y es parte de mi trabajo, también.
-¿Cuál es la médula de este nuevo disco? ¿Tiene que ver con una experiencia personal, una forma de encarar la vida?
-Sí, es un estilo de vida, un modo de vivir positivamente que viene desde que era niño. A este disco le puse No hay imposibles , y en este caso en particular tiene que ver con ese modo de vida que me llega de mis padres, un crecimiento a partir de las distintas situaciones que he debido enfrentar, algunas con más éxito y otras con menos. Y entonces es una manera de decir: «Tenemos salud; estamos bien; estamos todos remando en la misma dirección». Luego te planteas otra etapa y vas hacia esa nueva meta. Con la situación que estamos viviendo en el mundo, es una manera de decir humildemente que hay que seguir para adelante. Nos tropezamos, cometemos errores y atravesamos situaciones que pueden afectar a familiares y amistades de las cuales también te tienes que levantar para seguir adelante.
-¿Atravesaste alguna situación muy difícil de sobrellevar?
-En general, los momentos más difíciles tuvieron más que ver con esas situaciones familiares que con mi carrera. Aunque también en mi carrera he tenido tiempos en los que no tenía contratos, y debí enfrentarme a la incertidumbre de cómo continuar, y seguí luchando, preparándome hasta que llegaran las oportunidades. Tal vez un disco puede no tener el éxito esperado, pero yo soy de decir, en broma y en serio, que uno sigue jugando el partido. Mientras juegas, estás metiendo goles, pero también pueden empatarte y de pronto te encuentras debajo en el marcador. Pero la cosa es seguir jugando siempre.
Chayanne, presenta su disco No hay imposibles en el marco de su gira latinoamericana.
Estadio Ferro, Avellaneda y Martín de Gainza. Pasado mañana, el viernes y el sábado, a las 21. Entradas en venta desde 150 pesos.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1316221
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