El puertorriqueño recibió a 'La luna de Metrópoli' en Ciudad Real.
Rocío Navarro | Ciudad Real
Hace un calor abrasador. Apenas son las seis de la tarde y los primeros grupos de fans ya empiezan a acercarse hasta el Campo de Prácticas de Golf de Larache, en Ciudad Real. Como decía Leopoldo Alas Clarín, "la ciudad duerme la siesta".
Aunque, en realidad, se prepara para recibir a uno de los artistas latinos más importantes de los últimos años. Chayanne. Alrededor de las 23 horas se subirá al escenario (los técnicos de sonido continúan tirando cables a destajo mientras comparten botellas de agua y se colocan los diferentes trajes que lucirá el cuerpo de baile) y comenzará la segunda parte de la gira española de 'No hay imposibles' (2010). Compuesto por once temas —aunque asegura haber revisado hasta 200 canciones—, éste es el último álbum del cantante y bailarín puertorriqueño. Y como en sus anteriores trabajos mantiene la dualidad perfecta entre la balada romántica y la canción con ritmo latino.
Entretanto, el boricua descansa a 20 kilómetros de la capital de La Mancha. Concentrado para que todo salga perfecto. Ni un resbalón sobre las tablas.
Galán latino
Elmer Figueroa Arce (Río Piedras, Puerto Rico, 1968) sonríe y es simpático, aunque le peguen una patada en la espinilla. No es el caso, claro. Comenzó su carrera profesional con apenas 10 años. "En Puerto Rico hay mucha música, mucho ritmo. Mis abuelos tocaban diferentes instrumentos, mi hermana cantaba, estábamos metidos en el coro de la iglesia...".

Durante la actuación. | R.R.
Y en aquella época empezaban a despuntar distintos grupos de preadolescentes como Menudo -formación musical en la que debutó Ricky Martin en 1984- "o un muchacho y una niña que venían de España". Sí, se refiere a Enrique y Ana. "Con toda esa ola artística, grabé mi primer disco con Los Chicos —otro grupo de jovenzuelos— y tuvo tanto éxito que ya sólo se pudo ir para arriba". Algo así como un taller que sirvió para que se descubrieran sus talentos.
Sin embargo, no arrasó en España hasta 1998. Todo gracias a 'Salomé', uno de sus himnos más internacionales. "Me abrió las puertas de Europa y con ella llegué hasta Estambul. Desde luego, fue una de las mujeres más importantes y peligrosas de mi carrera". Y no ha habido pocas: Mariana Mambo, Candela, Lola, Santa Sofía, ¡hasta 'La Mujer de Pedro'! Basta... "No soy capaz de elegir solo a una. ¿Me las puedo quedar a todas?", comenta entre risas. Todas ellas, y alguna otra de la que no conocemos el nombre, están incluidas en este nuevo 'show', que recorrerá la geografía española hasta finalizar en la capital. Pero antes visitará Santander, Zaragoza o Barcelona, entre otras ciudades. Un total de 13 conciertos en los que Chayanne, acompañado por 10 músicos y seis bailarines, agasajará a su público con clásicos marchosos como 'Torero' o baladones romanticones de la talla de 'Me enamoré de ti'.
Dos pies izquierdos

Antes del concierto. | R.R.
"En esta ocasión, llevamos un sonido más caribeño que otras veces. Hemos metido este cambio para trabajar las variantes musicales de las canciones. Suenan más flautas y más percusión. Por supuesto, tampoco nos olvidamos de los ritmos urbanos como el hip hop o el reggaetón. Yo hago pop y eso me permite introducir nuevas influencias rítmicas y divertirme con la fusión de estilos. Además, todas las coreografías son nuevas". Una de sus señas de identidad. Esos pasos perfectamente sincronizados e imposibles de imitar. ¿Bailará igual agarrado e improvisando? "Uy... En esos momentos soy dos pies izquierdos", se lamenta. El resto de los mortales lo duda bastante. "Es cierto, lo juro. Cuando bailo la gente piensa que voy a hacer un número en el centro de la pista. Pero lo hago igual que todos: un paso para la derecha y otro para la izquierda. Verdad que siento el ritmo, pero solo la base. Nada del otro mundo".
La hora del concierto se acerca y Chayanne está algo nervioso. Vídeos de promoción, sesiones fotográficas, parón para maquillaje... Pero, como reza el título de su disco, no hay imposibles. "Siempre intento buscar una expresión que remonte toda la creación del proyecto. Con más de 30 años en escena, es complicado mantenerse. Además, quise utilizar un mensaje positivo por todo lo que estamos viviendo en el mundo en estos momentos: la piratería, el conflicto económico... Aun así, siempre hay un motivo para levantarse y seguir viviendo". La botella medio llena. No es para menos porque acaba de finalizar su 'tournée' por América, que ha salido perfecta ("no me quejo, ojalá todo sigua igual"). Y ahora, después de un breve parón estival en el que ha visitado Croacia, Grecia e Italia ("todo bien bonito, unos días que me cayeron bien buenos para desconectar"), su vuelta a España promete más de lo mismo.
"Aunque suene a tópico, estoy feliz de estar en este país. Aquí el público es alegre y dinámico". ¿Alguna diferencia con el espectáculo ofrecido al otro lado del Atlántico? "En esencia es lo mismo. Lo único que varía es el repertorio. Ahora apostamos por canciones más conocidas y multitudinarias. En América conocen bien mi trayectoria e interpretamos temas que han pasado desapercibidos con los que la gente se emociona". Quizá por eso 'Fiesta en América' se ha caído del 'set list'... "¡Nooo! Es que llevábamos mucho tiempo con ella, fue uno de mis primeros discos". Y es que se le considera el cantante latino más visto en concierto y con las giras más largas, grandes y completas. "Hay que renovarse. El listón está cada vez está más alto y hay que cambiarlo todo. Solo yo sigo igual".
"El listón está cada vez más alto y hay que renovarse continuamente. Solo yo sigo igual"
Así es, porque a sus 42 años todavía se le considera un 'sex symbol'. Es guapo, encantador, amable. ¿Es que no tiene ningún lado oscuro? "Los pies los tengo destrozados de tanto baile", comenta entre risas. "Y disfruto con el vino", anuncia. "Pero sin abusar, no nos equivoquemos", afirma ahora con seriedad.
Habla con tranquilidad, pausadamente, y su trabajo parece fácil. "Pero resulta muy difícil pasar tanto tiempo fuera de casa y lejos de la familia. Hay que dedicarle muchas horas a los ensayos, memorizar las letras, montar coreografías... Aunque tengas un 'show' principal, como el que presentamos en el Madison Square Garden, hay que ajustarlo a los diferentes entornos para que siga la misma línea de fuerza y energía. Me nutro de los profesionales que me rodean: ellos aportan y yo uno las piezas".
El tiempo se echa encima y un ejército de ansiosas fans espera al puertorriqueño. Apenas queda media hora para las 23 h. y se acerca el coche que llevará a Chayanne al recinto. El artista se sube con su hermano Elliot —su asistente personal— y aprovecha el viaje para firmar autógrafos.
Ya en el camerino, saluda a todos y se cambia de camisa para el concierto (todo en combinación: negro y morado con detalles plateados). Concentrado, se mete entre bambalinas y abraza a sus bailarines (también ellos juegan un papel importante). Se sube en la plataforma que le eleva hasta el escenario. Se apagan las luces. El público grita. Suenan los primeros acordes. Flashes. Focos. Un golpe de cadera. Y empieza el 'show'. "Provócame, mujer, provócame...".
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/27/ocio/1282918431.html
No hay comentarios :
Publicar un comentario